Te echo de menos durante todo el año pero es solo en Navidad cuando aprovecho para expresarlo y así poder pasar desapercibida.
Siempre le ha costado mucho muchísimo hablar de sus sentimientos y sus pensamientos a otra persona, en serio. Quizá por no querer molestar, quizá porque creía que no merecían la pena o quizá porque desde muy pequeña le aburría la gente y para no soltar palabra alguna se limitaba a dibujar una sonrisa en su boca mientras en su mente discurrían infinidad de historias.

Ahora sé porqué desde tan pequeña amaba la lectura.